A la vez que condenamos los recientes bombardeos a las ciudades de Ucrania, requerimos a la comunidad internacional que tome las medidas necesarias para iniciar un proceso de paz en el que Naciones Unidas ocupe un papel protagonista con el único objetivo de garantizar la seguridad de la población.
Reiteramos nuestro convencimiento de que la única forma de lograr la solución del conflicto son las vías pacíficas, que eviten la confrontación armada a mayor escala y una crisis humanitaria sin precedente.
Consideramos que cualquier medida de control o represalia al respecto debe realizarse como expresión de la decisión de los organismos internacionales y de acuerdo al derecho internacional que las regula.
Insistimos en nuestra oposición a la política de bloques militares en Europa y a la vuelta a la militarización de las relaciones internacionales.
La mejor prevención de las guerras es impulsar la seguridad compartida de toda Europa, desde el Atlántico a los Urales, como solución para eliminar o disminuir la tensión vinculada al conflicto y proporcionar la estabilidad necesaria para vivir en Paz.
Desde las organizaciones pacifistas abogamos por el diálogo y la consecución de un acuerdo entre ambas partes lo antes posible. España, inequívocamente, tiene que formar parte de la opción que trabaje por el diálogo y la diplomacia. No cesaremos de repetir que la paz es la única solución: el diálogo, la diplomacia, el objetivo de la paz siempre en el horizonte.
Debemos seguir enraizando en nuestras sociedades la cultura de la paz, comprobado una y mil veces que es la única forma posible que permite a las personas una vida digna y pacífica.
El Movimiento por la Paz hace un llamamiento a todas las organizaciones pacifistas, y a la sociedad en general, para unir nuestros esfuerzos dentro y fuera de nuestro país para impulsar la paz y oponerse frontalmente a esta guerra y a toda guerra.